Sebastián Jasminoy, CEO de Fluvip, dice que los colaboradores “pueden ser los mejores embajadores de su marca, tienen el potencial, el acceso a los canales y los públicos para expandir su mensaje”.
Cero vuelos, cero eventos y todos en su casa, esas son las medidas que los seres humanos estamos siguiendo a nivel mundial desde hace unos meses, las cuales han representado grandes retos para las empresas y sus áreas de mercadeo y comunicaciones, pues tanto los colaboradores como los clientes parecen estar allá afuera trabajando de manera remota sin mucho contacto con las marcas. Algo paradójico en un mundo donde el consumo de datos y de contenidos aumenta.
Por una parte, están las áreas de mercadeo que, acostumbradas a generar leads, oportunidades de negocios y recordación de marca con visitas a clientes y participación eventos, se han visto obligadas a restringir sus estrategias a internet, un espacio que no todos dominan acertadamente para lograr resultados de forma efectiva. Ahora, si nos remitimos a las redes sociales el nivel de alcance de las compañías es muy bajo, pues normalmente las empresas no generan más de un 4% de engagement por estos canales y considerando la época de cuarentena, con los usuarios enclaustrados en sus hogares consumiendo contenidos casi que 24/7, este debería ser el medio más lógico para acercarse.
En la otra cara de la moneda están los colaboradores, que asumen el reto de trabajar de forma remota, muchos de ellos abandonados a su suerte en sus computadores sin la habitual comunicación interna generada por las áreas de Recursos Humanos, la cual propiciaba espacios para promover el desarrollo personal de cada colaborador y las ventajas de pertenecer a una organización, además alejados de todas las atenciones que diariamente recibían en sus oficinas. Solos en una isla, pero hiperconectados sin la debida atención.
En este contexto, una mirada lejana de la situación podría considerar que los clientes atraídos por el marketing hacia una compañía y los colaboradores, que hoy llamamos teletrabajadores, no tienen mucho en común y menos en la crisis actual, sin embargo, si lo tienen: es el uso de las redes sociales, un espacio donde son complementarios y uno potencia al otro. Aunque las empresas no logran grandes alcances por redes sociales sus colaboradores sí, cada uno tiene en promedio entre 800 y 1000 seguidores sumando todas sus redes, y están todo el tiempo generando interacciones de valor.
Entonces, ¿Por qué los suyos, sus colaboradores, los que están en su equipo y son los que mejor lo conocen no están comunicando sus beneficios como empresa en las redes? Esta es una pregunta que hay que plantearse muy bien porque sus colaboradores pueden ser los mejores embajadores de su marca, tienen el potencial, el acceso a los canales y los públicos para expandir su mensaje de forma cercana y familiar, la más apropiada en medio de la crisis.
Hacerlo puede ser una decisión inteligente en medio de la pandemia para que su marca siga vigente, acompañando a los usuarios con contenidos de valor y empoderando a sus colaboradores, no los descarte porque si lo piensa bien pueden ser su gran aliado en tiempos de crisis.
Por: Sebastián Jasminoy